
Chico conoce a chica o bien, chica conoce a chico. Se conocen a la vez.
Empiezan a conversar.
Las conversaciones son frecuentes en miembros de la especie humana, es natural hablar (eso dicen)
Hablan sobre todo.
Me gusta el helado de vainilla, fíjate a mi también... adoro el fútbol, uix ves! a mi no tanto, ¿te gustan los delfines? oh si.. son tan monos..., pues yo tengo una figura de un delfín...
Llega un momento en el que el chico, turbado seguramente por la coincidencia de que a los dos les gusten los delfines (ese animal que no suele gustarle a nadie) empieza a colarse por la chica en cuestión.
Sin embargo la chica le ve sólo como a un amigo. Así que... sí, estamos ante una tragedia.
El chico empieza a tirar la caña. La chica esquiva los cañazos. Poco a poco le va cortando el hilo, dejando muy claro que quiere ser una sardina libremente feliz en un mar de delfines.
Hasta que el chico tire la red de pesca y la chica le corte el rollo definitivamente.
En este preciso momento el chico nota como su ego se estrella contra un montón grandioso de mierda maloliente. Pero eso no puede ser, no, jamás.
Aquí es donde empieza a buscar... huecos.
Huecos en los cuales la chica haya podido darle esperanzas de algún tipo. Un "buenas noches" inocente... puede significar un "buenas noches cielo mio, quiero acostarme contigo y mamartela durante toda la noche"
De ahí los comentarios que derivan... "eres un poco fresca no?" , "esto debería decírselo a tu novio.." , "tú tonteas con todos no?"
Y consideran que es necesario difundir esa información a todo cristo.
Este, es el origen de muchas leyendas personales.
Y a mi sólo me queda preguntar.... ¿porqué no podéis cascarosla en silencio, sin manchar la reputación de nadie..?